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viernes, 16 de septiembre de 2022

Melisa y el monstruo del abandono

Melisa era una mujer hermosa de alma y de cuerpo. Se casó con Raúl, el hombre del que estaba profundamente enamorada. Pero en la vida de Melisa existía un monstruo, que había anidado hacía mucho tiempo en su alma: El monstruo del abandono y sería ese monstruo el que acabaría con lo mejor de su vida.
La historia de Melisa y el monstruo del abandono
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Melisa había perdido a su mamá a muy temprana edad. La perdió en un accidente de coche y a pesar de que su padre la quería con toda el alma, esa pérdida la dejo hundida en una profunda tristeza. 
¿Por qué su mamá se había ido si ella la quería tanto?
¿Por qué la había abandonado?
Era lo que en su menta martilleaba una y otra vez.
Su padre intento explicarle de la mejor forma posible el porqué de lo sucedido y como a veces en la vida hay cosas inevitables. Pero la pequeña echaba mucho de menos a su madre y las explicaciones no podía mitigar la terrible pérdida. 
El padre era un reconocido abogado, que tenía que dedicar muchas horas a su trabajo. Melisa mientras tanto asistía a la escuela y cuando volvía de ella la tata contratada por el padre, se ocupaba de ella hasta  que éste regresaba a casa.
Melisa creció y con ella creció el monstruo del abandono dentro de su alma. En su Yo más interno sentía la tristeza de un profundo abandono.
Melisa se convirtió en una bella mujer que acabó casándose felizmente con Raúl, el amor de su vida.
La pareja vivía en una casita a las afueras de la ciudad, en una bonita urbanización rodeada de Naturaleza. Raúl era periodista y Melisa diseñadora de moda. Parecían tener la felicidad completa y aún  más al saber que iban a ser padres muy pronto. 
Pero ocurrió que el embarazo cuando estaba a punto de llegar a término se complico y el médico recomendó a la joven descanso completo y cero estrés. Por lo que la chica pidió una excedencia en la revista en a que trabajaba y se dedicó a llevar una vida lo más relajada y tranquila posible.
Raúl continuó con su trabajo en el periódico para hacer frente a los gastos de la casa y Melisa se quedó en el hogar a la espera del feliz acontecimiento.
Fueron pasando los meses y todo parecía marchar bien. Hasta que en el periódico se empezaron a complicar las cosas y Raúl se vio obligado a que quedarse hasta altas horas en el trabajo para poder  evitar el cierre del mismo.
Todas las noches Melisa lo esperaba despierta y con la cena preparada. Pero muchas noches la horas pasaban y joven no aparecía y la chica acaba por irse a la cama a dormir, sin poder ver a sus esposo hasta el día siguiente.
Y ocurrió lo que parecía se veía venir hacía tiempo. Un día Melisa dejó salir el monstruo que durante toda su vida había vivido en su alma: El monstruo del abandono
Su mente dejó de ver la realidad de lo que ocurría y sus carencias le distorsionaron visión y así  comenzó a sentir el dolor del más  terrible abandono.
Algo se quebró dentro su alma y aquella niña que sintió el abandono de la muerte de su madre y el abandono del padre, tan ocupado en su trabajo surgió y con ella el dolor más profundo que siempre había llevado dentro.
Faltaban poco meses para que diera a luz y se sentía vulnerable y abandonada por el hombre que tanto amaba.
Poco a poco empezaron las peleas entre la pareja, los reproches y los agravios
Hasta que un día ella misma decidió lo que quería hacer con su vida: Separarse de la persona que tanto amaba, porque ya no podía soportar más su abandono.
Raúl no podía entender las reacciones de la muchacha. No podía comprender porque le recriminaba cuando llegaba tan cansado del trabajo, esperando encontrar el amor de la mujer que tanto amaba.
Desgraciadamente Raúl Y Melisa ya estaban separados cuando nació el  hijo que tanto deseaban
¿Quizás se podía haber evitado esta separación?. 
Posiblemente si Melisa hubiera reconocido a ese monstruo que distorsionaba su mente, todo hubiera sido muy diferente. Pero ella ignoraba su existencia y solo podía sentir aquel terrible dolor de su herida más profunda.
 Melisa no sabia que junto a su esposo y al hijo que con tanta ilusión esperaba, habitaba el monstruo del abandono.


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lunes, 12 de septiembre de 2022

La Historia de Javier. El monstruo de la rabia contenida (1º Relato)



Las heridas dejan de doler cuando las reconoces, las aceptas, las comprendes y procesas el dolor.
Nunca podrás sanar tus heridas emocionales si no las miras y las aceptas. Para ello primero has de saber que existen y reconocerlas. Taparlas no lo soluciona. Si las tapas se puedan llegar a infectar aún más y acabar manifestándose físicamente, con enfermedades y dolor. El cuerpo habla y se expresa físicamente todo aquello que callamos y se nos enquista en el alma.
Muchas personas son conscientes de que arrastran traumas de su niñez, adolescencias o de su vida adulta. Pero muchas veces no saben como se han originado. Incluso a veces pueden ignorar lo que les ocurre.
La Historia de Javier. La rabia contenida
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Javier era un buen hombre y un buen padre. Amable, cariñoso y trabajador. Pero dentro de Javier había un monstruo que a veces hacía su aparición, sin que Javier fuera consciente de que anidaba en su alma.
Curiosamente cada vez que algo le salía mal, el error cometido le martilleaba en las sienes y la rabia se desataba dentro de él como un vendaval,  que todo lo arrasaba sin ningún tipo de miramientos.
No soportaba los fallos. No soportaba los errores. No soportaba las equivocaciones. 
¿Por qué crees que Javier reaccionaba de esta forma ante algo que era lo más normal de mundo: Como es Equivocarse?
El Relato de Javier: La Rabia contenida
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A Javier le encantaba ir a pescar con su padre, todos los vernos cuando pasaban sus vacaciones en la casita cerca del lago.
Pasaba el año esperando que llegara ese maravilloso momento y cuando llegaba la familia hacia los preparativos para pasar las deseadas vacaciones en aquel paradisiaco lugar.
Y llego el verano y  con él las esperadas vacaciones.
 Aquella mañana de agosto Javier brincaba de alegría preparando los utensilios de pesca.
Salieron en una pequeña barquita los dos juntos, padre e hijo y cuando estuvieron alejados de tierra,
el padre lanzo la caña con la ilusión de pecar un gran pez. Javier lo miraba con los ojos muy abiertos esperando a que sucediera la magia.
Permanecieron un rato en total calma y por fin vieron como algo tiraba de la caña y del hilo con fuerza. El padre actúo rápidamente y al cabo de unos instantes un gran pez apareció ante los ilusionados ojos.
Aquel día tuvieron mucha suerte y volvieron con el cubo de pescar lleno hasta el borde de relucientes peces. El padre estaba eufórico y le dijo:
-Hoy vamos a comer pescado. Delicioso pescado y lo vas a preparar tú mientras tu madre y yo vamos a buscar algunas frutas a la huerta del vecino. Ya sabes que José tiene un huerto de frutales y cultiva deliciosas fruta. Hoy vamos a comer una exquisita comida.
El verano anterior Los padres de Javier lo habían enseñado a preparar un delicioso plato de pescado que era tradición en la familia. Así que esta sería la primera vez que Javier iba a lucirse como cocinero familiar.
Y así fue, los padre marcharon a buscar el postre, mientras el chico empezó a preparar el fuego y la sartén donde iba a cocinar la exquisita comida.
Todo marchaba bien hasta que de repente una chispa saltó de la sartén y prendió en uno de los trapos de cocina. Hacía tanto calor que a Javier a penas le dio tiempo a echarle un vaso de agua en un intento desesperado de evitar lo inevitable. Pero el fuego corrió como una tea y Javier ya se veía incapaz de sofocarlo. Con lágrimas en los ojos salió fuera de la casa y contemplo como se quemaba hasta la última de sus maderas.
Se sentía culpable y responsable de lo sucedido y al mismo tiempo la rabia le ardía dentro del pecho porque solo él era el culpable de aquel terrible error y no había podido hacer nada. Sintió la impotencia  al mismo tiempo que la rabia le atenazaba el corazón y la garganta. Habían confiado en él y él no era digno de esa confianza. Aquel fue el fatídico día en que a Javier se le cuarteó el alma.
Cuando regresaron alarmados por el fuego que había visto desde lejos y tras comprobar que Javier estaba bien, empezaron las lamentaciones y los sollozos de la madre. El padre no dijo nada. Pero Javier creyó ver la decepción mayor que había visto en su vida, reflejadas en sus pupilas.
Pasaron los años y Javier ahora es un hombre casado con una esposa y dos .hijos maravillosos. Pero algo enturbia esa felicidad. No soporta los errores. Exige el cuidado y la perfección a toda costa y siempre recrimina cuando alguien comete en casa un error. Es entonces cuando se desata la fiera que lleva dentro. No soporta los fallos, pero hay algo más y es el control que ejerce sobre todos los miembros de su familia, para que jamás se atrevan a equivocarse. Javier no es feliz y su familia tampoco lo es. Podrían ser muy felices. Lo tienen toda para serlo. Pero en su hogar además de Javier y su bella familia habita el monstruo de la rabia contenida. 

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sábado, 10 de septiembre de 2022

La historia de Piluca. Más allá del umbral del alma. Una historia con corazón

La historia de Piluca es una historia ficticia. Pero que podría ser real. Una historia dura y estremecedora, sobre una realidad de nuestro mundo. Quizás te has encontrado con alguna Piluca a lo largo de tu transitar por la vida y quizás te has preguntado muchas cosas sin encontrar las respuestas.

 
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